jueves, marzo 15, 2018

"Aria", de Ruben Jacob







¿Por qué la ópera los himnos las risas
Los oratorios y madrigales?
Porque desde ellos intensamente emerge
La vana tragedia de la voz humana
La única historia que no se altera
En el tablero del mundo
Su entonación ansía durar
Pero no es siempre bella ni justa
¿Qué gendarmería la apresa?
¿Cuál es su amarra a los troncos
Del malecón?
No no podría adivinarlo
El cristal no ve lo mismo
Que los ojos
Uno nunca conoce bien a sus semejantes
Es como si estuviera en una esquina
Respirando el olor acre de la existencia
Acompañado por los funerales de Sigfrido
El quejido amargo de Dido por Eneas
O el aciago mito de Orfeo y Eurídice
Que penetran nuestros oídos
Con sus cantares dolidos
¿Quién pues nos ahuyenta
Por los corredores?
¿Es que acaso todo se reduce
A contestar a quien venga
Diciéndole nos enviaron
A guardar este paso
Y aquí estamos custodiándolo?
Entonces si entre tú y yo no hay nadie
Si sólo somos iguales a esas figuras retorcidas
En las escamas de la serpiente
Entonces no busquéis más ya
En tierra alguna a mí corazón
Porque las fieras lo devoraron
Y solamente resta una queda palabra
Latiendo con desánimo
Entre mi ausencia
Y el sedimento del tiempo
¿Escucháis el dolor de ese corazón
En su voz?




en Poesía completa, Editorial UV, 2017

































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